Lo que realmente importa
Lo que Veerle y Jan buscaban por encima de todo era la libertad de disfrutar de su piscina en cualquier momento, sin tener que lidiar con las limitaciones. Abrir, cerrar, limpiar, vigilar… tantos gestos que esperaban simplificar o incluso olvidar. Querían una solución fiable, que pudieran operar fácilmente.
Al mismo tiempo, querían preservar la pureza del agua, evitar el consumo excesivo de productos y mantener una temperatura agradable, limitando drásticamente el consumo de energía.
Por último, para ellos era importante que todo estuviera diseñado para que su familia pudiera moverse por la piscina con total tranquilidad, sin tener que preocuparse por el más mínimo accidente.


La solución a medida
Con su sistema autónomo alimentado por paneles solares y su control remoto, la cubierta se manipula en un instante, ya sea desde su casa de la piscina o en el borde de la piscina.
Pero lo que realmente les convenció fue el impacto inmediato en el mantenimiento y la facilidad de uso. La membrana tensada forma una barrera eficaz contra las hojas, la suciedad y las algas debidas a la fotosíntesis, preservando la claridad del agua y reduciendo significativamente la necesidad de productos de limpieza.
A la vista, la cubierta se funde con la decoración, prolongando las líneas limpias y firmes de su exterior sin sacrificar nada de la elegancia del entorno.
Vida cotidiana simplificada, placer preservado
Hoy, su piscina se ha convertido en una prolongación natural de su casa: elegante, innovadora y un placer para la vista. Veerle y Jan disfrutan a diario de la tranquilidad de un exterior que combina estilo y sencillez.